Brooks y los Inglourious Basterds
BIEN, BIEN, BIEN… Ya estamos de lleno en el Festival de cine. Un festival algo más corto (un día menos, con esto de los recortes presupuestarios), pero no por ello menos intenso. Todo lo contrario. Creo que es un festival potente. No hay más que echar un vistazo a la última de Tarantino (lo confieso, la única que he visto de toda la programación) y a ese magistral primer episodio de Inglourios Basterds para tener una sensación positiva de lo que aquí se está cociendo.
Desde el pasado domingo no hago otra cosa más que recomendar la última de Tarantino en la que brilla Brad Pitt, pero por encima de él todavía brilla más Christoph Waltz, un actor austriaco que encarna a un coronel de las SS. La película, que dura dos horas y media, no se hace larga por ese ritmo al que se van desarrollando los episodios, que contienen pequeñas narraciones que, entrelazadas, componen una historia que engancha y provoca.
Pero volvamos a las butacas de los cines Príncipe y Antiguo Berri (todavía llevo incrustado el «Astoria» en las neuronas). Allí viviremos durante nueve días otra retrospectiva clásica compuesta por auténticas joyas del cine. Como ya escribí semanas atrás, Richard Brooks fue escritor antes que director, también fue novelista y, por encima de todo, es un gran adaptador literario.
Hoy abrimos boca con algunas de las películas que escribió para otros directores y algunas películas de sus últimos años; podéis informaros acerca de la programación y de la venta de entradas en la web del festival, que es estupenda.