Rojo y azul
ROJO
Hay gente a la que no le ha gustado la versión que Tim Burton ha hecho de Sweeney Todd para el cine porque hay demasiada sangre; yo más bien diría que porque los musicales de Sondheim no son para ver comiendo palomitas precisamente: la música es compleja, las letras muy profundas y las tramas, como en este caso, no tienen nada de superficial ni gratuito. Sí, pienso que Tim Burton se ha excedido tanto en la sangre como se ha quedado corto con el papel femenino. Además, carece del humor negro del montaje original y, claro está, Mrs. Burton o Helena Bonham-Carter no es Angela Lansbury, la señora Lovett.
Estrenada en Broadway (Uris Theatre, marzo 1979), originalmente el papel del protagonista estaba interpretado por Len Cariou; esta producción para TV se rodó durante la gira americana de 1982, que mantiene a Lansbury e incorpora a George Hearn como barbero. Se ha repuesto en Londres y Broadway en múltiples ocasiones, a destacar la Mrs. Lovett de Patti Lupone, y se han hecho versiones en otros idiomas en todo el mundo. En 1995 Mario Gas dirigió una versión interpretada por Constanino Romero y Vicky Peña, primero estrenada en catalán y más tarde en castellano. Parece ser que Sondheim ha dicho que ése era el mejor Sweeney Todd. Interesante: la voz de Clint Eastwood y de Darth Vader.
Si hay algo que reivindicar de todo esto es el papel de Lansbury: es una pena que se la recuerde sólo como la irritantemente perspicaz Señora Fletcher a la que ningún crimen se le resiste, quizá conocedora de los trucos aprendidos en sus días como pastelera de la calle Fleet.
AZUL
Este hombre lleva unos veinte años residiendo en mis estanterías. Fue la banda sonora de When Harry Met Sally la que me conquistó, no sólo sus ojos azules, su destreza al piano y su voz al más puro estilo Sinatra. En España se ha dejado escuchar en algún concierto, yo cruzo los dedos para que una futura edición del Jazzaldia nos lo traiga al Kursaal. Pianista precoz, con once años se codeaba con las mejores bandas de New Orleans, y comenzó su carrera en los clubes de Nueva York. Ha coqueteado con el pop, pero donde mejor se mueve es en el terreno de las big band. Ah, repitamos su nombre… Se llama Harry Connick Jr.