Le Jazz Hot (Victor/Victoria)
Una de las películas realizadas por Blake Edwards y que se encuentra entre mis favoritas es ese divertimento musical titulado Victor/Victoria.
Basada libremente en la película alemana Viktor und Viktoria (Reinhold Schünzels, 1933), este musical está considerado como el último gran musical del siglo XX.
París, 1934. Victoria Grant (Julie Andrews) es una cantante de ópera en paro dispuesta a venderse por un plato de spaghetti. En su momento de mayor desesperación se topa con Toddy (Robert Preston), un cantante de cabaret maduro y homosexual que en un momento de lucidez se inventa el papel del conde Victor, «una mujer que finge ser un hombre que, a su vez, finge ser una mujer» y que logra ser contratado en el cabaret más popular y chic de la capital francesa. No sólo logra engañar a la audiencia, sino que enamora a un confundido empresario americano, King Marchand (James Garner). Así se inicia una historia de equívocos muy inspirada en el vaudeville de principios del siglo XX, muy divertida y con la banda sonora del gran Henry Mancini, a quien en este blog se le profesa una especial veneración. Mancini colaboró en una parte importante de las películas de Blake Edwards, esposo, además, de la actriz protagonista.
Años después se realizó una versión para el teatro que tuvo gran éxito, a pesar de que para su estreno ya habían muerto Robert Preston y Henry Mancini, y de que Julie Andrews enfermó y una intervención quirúrgica afectó definitivamente a sus cuerdas vocales. Durante unas vacaciones de Andrews el show siguió con Liza Minnelli al frente, pero ésta dio bastantes quebraderos de cabeza, como la marcha de Tony Roberts del reparto por desaveniencias con la estrella. A Andrews, definitivamente apartada de la canción, la sustituyó Rachel Welch; sin la auténtica Victor/Victoria al frente la obra no resistió mucho más tiempo y se retiró del cartel tras 738 representaciones.
Esta película sirve para pasar un buen rato, disfrutar con el juego de equívocos y con la música. En el fondo es un musical clásico muy del gusto de los que se producían en los años treinta, incluso estéticamente tiene ese aspecto art-déco; se le añade el sentido del humor y ese toque de comedia erótica con el que Blake Edwards siempre sazonó sus guiones y tenemos una película quita-penas, entretenida y muy bien hecha.
A continuación os dejo con uno de los números grandes, que también se representó en la versión de Broadway. Le jazz hot, música de Mancini, letra de Leslie Bricusse. Esta escena me gusta, no sólo por lo brillante del número musical, sino por lo que sucede en ella. Genial Leslie-Ann Warren como acompañante del empresario, que se va dando cuenta de que empieza a peligrar su lugar en la vida de King Marchand… Esencial para crear el ambiente de rivalidad y la trama que llega a continuación.