Las calles de San Francisco
Malden (1912-2009) era un secundario de lujo con una carrera larguísima en la que se incluye una etapa como presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias de Hollywood. Hombre de teatro antes que de cine, ha sido un imprescindible en obras de Tennessee Williams y Arthur Miller, por mencionar algún autor de peso. Su marca de la casa fue su peculiar nariz y un talento indiscutible para encarnar personajes que parecían hechos a su medida, fueran héroes o villanos.
Ganador de un Óscar por su papel en Un tranvía llamado deseo, fue el impulsor de la entrega a Elia Kazan de un hoscar honorífico, decisión controvertida dada la reputación del director de cine tras su conocido paso ante el comité de actividades antiamericanas; pero Malden defendía premiar el indiscutible talento artístico de Kazan.
Malden ha muerto a los 97 años tras una larga carrera en el teatro, el cine y la televisión. Los fans de los musicales también podremos recordarle en Gypsy, junto a Nathalie Wood. Y también hizo de padre de Barbra en la que fue su última intervención en la pantalla grande, Nuts. Y quién no le recuerda en Patton…