Encore
Tengo que confesar una cosa: después del maravilloso «The Broadway Album» de 1985 pocos trabajos de la diva me han incitado a escucharlos una y otra vez. Quizá «Release Me» y «What Matters Most» sí me han llevado a ello, pero no con la misma pasión con que solía escuchar casi todos los álbumes de Barbra producidos en sus primeros veinte años de carrera.
No sé si esta nueva colección de dúos me va a atrapar de la misma manera. Sigo teniendo mis reticencias ante esta moda de grabar con colaboradores pero… es innegable que la industria discográfica ha sufrido un cambio radical y que hay que aceptar que nuestras estrellas favoritas tienen que cambiar sus fórmulas para vender discos, que al fin y al cabo es de lo que se trata.
El caso es que en esta ocasión sí que hay una serie de elementos capaces de cautivarme: Broadway, de nuevo. Volviendo a 1985, yo era una adolescente recién estrenada en la universidad, con ganas de aprender y con las limitaciones provincianas de acceso a todo lo que yo iba descubriendo. No había Internet, tampoco tenía capacidad adquisitiva y en las tiendas de discos (madre mía, qué lejos quedan todas) teníamos una mínima parte de lo que se estaba produciendo en el mundo. «The Broadway Album» fue un auténtico bombazo mundial, un desafío comercial y para mí el inicio de mi afición por el teatro y el cine musical. Debo dedicarle un artículo largo. Años después llegó «Back to Broadway», que me pilló más entrenada, informada y formada. Y más crítica. Nunca llegó a superar a su precedesor.
Y ahora llega «Encore», con una campaña de marketing bestial, con figuras muy bien escogidas para la fórmula (actrices nuevas, actores curtidos y pequeñas joyas reservadas para cantar en solitario). Y con una gira en EEUU que hace un repaso a seis décadas de récords en el mundo de la música. De todos los temas (cuidadosamente escogidos) me quedo con uno que he deseado durante años escucharlo en la voz de Barbra. Como si me hubieran leído el pensamiento, la joya del álbum no es un dúo, sino la maravillosa versión en solitario de uno de los mejores temas compuestos por Stephen Sondheim para el musical «Follies»: «Losing My Mind». Algunos recordarán este tema por la versión producida por los Pet Shop Boys para Liza Minnelli en su álbum «Results»; otros, más recientemente, habrán asistido a la versión española del musical en el teatro y seguro que esta maravilla les sonará.