Bennett y Streisand sonríen, Almodóvar no

Tony Bennett celebra su 80 cumpleaños con un espléndido (como todo lo que interpreta) álbum de dúos que no hace sino recordarnos los dos Duets de Frank Sinatra, su elegante canto del cisne pocos años antes de morir. Cabe apuntar que Bennett era (según leí hace años, pero no tengo nada que lo documente) el cantante preferido de Sinatra. En 1995 tuve la oportunidad de asistir a su concierto en el Festival de Jazz de Vitoria, que ha sido uno de los más bonitos a los que he asistido hasta la fecha.
Bennett y Streisand tienen algo en común y es que acuden a un repertorio de standards del que cada uno se apropia (porque su voz y su talento se lo permiten) y al que generosamente transmiten su personalidad. No hacen versiones de los temas que cantan, sino que los recrean y los interpretan. Quizá Barbra peque, en los últimos tiempos, de hacer versiones algo pegajosas de todo lo que canta, haciéndonos añorar, sin duda alguna, la pureza y el lado salvaje con que devoraba standards de Broadway en sus primeros álbumes (ha publicado más de sesenta hasta la fecha y recomiendo la revisión de los primeros doce álbumes desde que firmó con la Columbia a principios de los sesenta). Esta vez los dos cantan juntos un tema de Chaplin, Smile, extraído de la banda sonora de Modern Times. Ya lo (a)bordó la diva en The Movie Album (2003) y Bennett ha hecho lo propio en diversos discos desde 1966. La que nos ocupa no es la mejor versión, pero está muy bien producida e interpretada, no deja de ser una joya para coleccionistas. Para aterrorizar a los más tiernos detractores de mi cantante favorita, aquí va un youtube de regalo de la actuación de Tony y Barbra.
[Streisand sonríe contando la recaudación en dólares de su última gira americana, mientras piensa en hacer caja en euros próximamente…]
El álbum de dúos de Bennett es impecable, demuestra estar mucho más en forma que McCartney o Sting (ya quisieran ellos llegar así a octogenarios, y con la que le está cayendo a Sir Paul últimamente,…). Los temas y los intérpretes invitados se han escogido con mimo. No hay un solo tema que no nos suene, que no nos guste. A destacar los dúos con dos de mis favoritos, Stevie Wonder, una revisión lenta de esa joyita musical que es For Once In My Life; con James Taylor canta Put On A Happy Face, da gusto escuchar a Taylor, que últimamente pasa un poco desapercibido; y hay una bonita versión de The Shadow Of Your Smile en inglés y español con Juanes – eso me lleva a recordar que he de conseguir, como sea, una copia de la infravalorada The Sandpiper, de Minnelli, o emprender labores arqueológicas y rescatar el VHS de alguna caja apilada en el garaje desde mi última mudanza…
Última hora. Almodóvar se queda sin nominaciones al Oscar, salvo la de “Pe” Cruz, que lo tiene difícil frente a la favorita Helen Mirren, o a la recordwoman de candidaturas, Meryl Streep (espléndida en la mediocre The Devil Wears Prada), por no mencionar a Judi Dench, que en los últimos años ha acumulado más apariciones en la gala de los Oscars que Bob Hope como presentador (de hecho lo ganó por Shakespeare In Love) – la cosa va de reinas, ahora que lo pienso. Pero ya sabemos que todo es tan imprevisible como previsible, vamos, que hay ediciones en que todo es sorpresa y otras en que todo estaba más que cantado, así que… ya veremos, esta vez la cosa está muy repartida. A lo mejor Streep se alza con su tercera estatuilla, para irse acercando a Katharine Hepburn… Hay dos cortos españoles, uno de Javier Fesser (Binta y la gran idea) y otro del donostiarra Borja Cobeaga (Éramos pocos). Otro español, de Teruel, el compositor Javier Navarrete, está nominado por la banda sonora de El laberinto del Fauno. No está mal, aunque Almodóvar se haya quedado sin Volver al Kodak Theatre.