Patricia Neal

Patricia Neal y Roald Dahl

Hace muchos años vi en la televisión un telefilm-biopic protagonizado por Glenda Jackson y Dirk Bogarde. Ella hacía el papel de Patricia Neal y él el de su marido, Roald Dahl. La historia se centraba en un episodio fundamental de la vida de la actriz y el escritor. Estando embarazada de su quinto hijo, con treinta y nueve años, sufrió una serie de ictus que la dejó en coma durante tres semanas. Sufrió una intervención a vida o muerte y salió del coma, dio a luz con total normalidad y a partir de ahí se inició un proceso en el que la perseverancia de Dahl, que la ayudó a recuperarse física y psíquicamente, tuvo un papel fundamental. Neal aprendió a andar, a hablar, a leer y escribir de nuevo, gracias a su abnegado esposo.

La película me impactó y no olvidé la historia. Después fui descubriendo poco a poco las películas en que la actriz había trabajado. Elegantísima benefactora de George Peppard en Breakfast at Tiffany’s. Un ser humano en quien confiar en The day the earth stood still. Su papel en The fountainhead, que se prolongó fuera de la pantalla con un tórrido romance con su coprotagonista, Gary Cooper, y que derivó en una gran crisis personal tras la ruptura.

Después averigüé que esa tragedia que me había llegado dramatizada a través de un digno telefilm era sólo la gota que colmó el vaso de su vida personal. Su hijo Theo fue gravemente golpeado por un taxi. Su hija Olivia murió a los siete años de sarampión. Sin embargo, la propia Neal apuntaba que había salido adelante porque era, ante todo, terca.

La actriz tardó pocos años en volver a pisar un escenario o un plató, convirtiéndose en una abanderada de las enfermedades cerebrales*, como ejemplo de recuperación y superación. Le ofrecieron el papel de Mrs. Robinson en The Graduate, que rechazó porque todavía no se sentía del todo preparada. Sin embargo, poco tiempo más tarde se hizo acreedora de una nominación al Oscar por su papel en The subject was roses.

Neal ya había ganado un Oscar por su papel en Hud, pero también ha cosechado otros premios, como el Tony de teatro. De hecho, fue la Kate Keller the The miracle worker en el teatro, y sobre las tablas interpretó varias obras de Lillian Helman quien, precisamente, fue quien le presentó al prestigioso autor de literatura infantil Roald Dahl, con quien estuvo casada treinta años, rompiéndose su relación cuando Neal descubrió que le estaba siendo infiel con una de sus amigas.

Haciendo gala de una fuerza de voluntad ferrea, Neal alternó teatro, televisión y algo de cine en sus últimos años, participando de una de las últimas películas de Robert Altman, Cookie’s fortune.

Patricia Neal murió el pasado domingo 8 de agosto en su casa de Martha’s Vyneard, agotando una prórroga de más de cuarenta años de vida.

*Fanny Brice es socia de ATECE Gipuzkoa http://www.featece.org/

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